Juanjo y Martin llevan, para desgracia de ambos, siendo vecinos toda su vida, y la buena relación de sus padres les ha obligado a verse más de lo que les hubiera gustado durante su infancia. Ahora, con 20 y 18 años, pueden esquivarse más fácilmente, pero un descuido de Juanjo provocará que sus caminos se encuentren por casualidad.