La realidad es catalogada como lo que vemos, sentimos o se pueden explicar. La fantasía es aquello que sin explicación alguna está con nosotros, igual es reconocido como lo que no puede ser. Todo esto es lo que Dalia conocerá y mientras lo hace descubrirá lo que su pasado le ha ocultando. Con la ayuda de nuevos "compañeros" tendrá que resolver más que el simple echo de aceptar que en realidad es un vampiro.