—¿Está mal esto? —¿A qué te refieres?— preguntó el castaño —Hablo de que no me gusten las chicas...— sus palabras fueron interrumpidas rápidamente por su primo —¡Calla! Te matarán si te escuchan— volteó a ambos lados en busca de cualquier persona que pudiera escucharlos. —No, no esta mal— dio un suspiró cansado. —Odio esto— murmuró el ojo azul —Ambos —¡Me llamo Richard y me gustan los hombres!— Calem se levantó rápidamente y le tapó la boca —Richard, por favor— dijo lo último en susurros —¿Qué? Si me van a matar que así sea— musitó después de salir del agarre de su primo —Que me maten por amar, no me importa Calem suspiró ante las palabras de su primo, sabía que tenia razón; sus sentimientos no eran muy diferentes. —No, simplemente no puedes — dijo de manera cansada para hacer entrar en razón a su primo —Entonces, crearé un mundo donde amar a cualquiera este permitido —Ya lo hiciste— Richard lo miró sorprendido —Tus sueños— río Entonces entendió, no eran simples sueños.