Harta de las peleas constantes, Syoko decide ponerle un alto a Satsuki. Sabiendo que no le ganaría en fuerza bruta decide hablar con él de forma tranquila para solucionarlo todo. A pesar de todo lo que sucedía a su alrededor, ella no se daba cuenta que en realidad Satsuki quería llamar su atención. Tampoco se daba cuenta que él nunca la odio y que lo que sentía por ambos no sería su unico problema.