Scarlett había vuelto a Italia para levantar Rosa, el restaurante de su tío, y se quedó sorprendida al ver que iba a ser jefe del hombre al que una vez había amado y perdido. Nada más oír el familiar repiqueteo de unos tacones en el suelo de piedra, el chef Lorenzo Nesta sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo. Al ver a la bella Scarlett, que no había perdido su pasión italiana, enfundada en un traje serio, el remordimiento lo aguijoneo: si ella se había vuelto una inabordable mujer de hielo, era por lo que él le hizo años antes. ¿Que ocurrirá cuando el fuego se encuentre con el hielo en la cocina? ¡¡¡Descúbrelo!!!