¿Sabes ese cosquilleo que sientes cuando tus manos rozan las suyas? ¿Cuando sus ojos entran en contacto con los tuyos? ¿Cuando te dedica esa sonrisa que hace que se te desboque el corazón? Si,eso era estar perdidamente enamorada y yo lo estaba. Ese chico de cálidos ojos azules y precioso cabello castaño me había robado el corazón. Pero como todo en la vida había un pero y no era un pero pequeño,era enorme. Ese atractivo chico no solo me traía loca, si no que compartía mi sangre. ¿Me entendéis ahora?