Forcejeé la puerta de la mazmorra, el metal se encontraba en un avanzado estado de oxidación, no se me haría difícil escapar, he estado encerrada aquí desde que tengo memoria, nunca he salido al exterior, lo único que recuerdo de mí es mi nombre, Lilieth, ese hombre me lo había dicho cuando era pequeña, esa persona que tanto me hacía daño y no me dejaba descansar, sus torturas me hacían llegar al límite, pero nunca moría a pesar de que lo hacía tres veces al día, día a día, sin excepción. Me vi obligada a utilizar ese poder especial y las rejas cedieron al instante sin hacer ruido; sabía perfectamente que había más personas en otras celdas, pero decidí ser egoísta e irme, obtener mi libertad y dejarlos atrás.
Salí de las mazmorras, mas no sabía adónde ir, no me quería perder no después de haberme fugado de la celda, si él viene y me descubre fuera seria un completo infortunio para mí, me mataría utilizando el peor de los martirios. Me asomé a una de las ventanas de piedra y observé fuera, el cielo estaba nublado, no era exactamente lo que me esperaba, miré hacia abajo y lo único que vi fue agua, agua moviéndose bruscamente y chocando contra el antiguo castillo, no había otra opción más que saltar, después de haber vivido tanta desgracia no me afectaría en nada o eso era lo que pensaba.
Salté y caí de espalda contra el agua fría, el dolor fue intenso y más cuando las rocas chocaron contra mi cuerpo desgarrando mi espalda, intente reincorporarme pero el agua me empujaba, como si mi destino fuese quedarme en ese oscuro lugar, después de tanta lucha no pude más y me desmaye, moriría sola, como siempre lo he estado, sin nadie que se preocupe por mí.All Rights Reserved