LILIETH

Capítulo 2: "Dolor"

Había aprendido muchas cosas, que debo de hacer y que no, como tengo que comportarme y cómo no, además, Leyla me había traído mucha ropa que según ella eran del año pasado y ya no les gustaban, debía de admitir que estaba muy feliz y agradecida por todo lo que me había regalado, asimismo me compro ropa interior ya que no era nada higiénico usar la de otra persona. Mi habla estaba restablecida, pero aún así no me atrevía a pronunciar palabra alguna delante de ellos, quería esperar el momento indicado y contarle todo a ambos.

- ¡Lilieth! Podrías ayudarme a cortar las verduras, Gary vendrá pronto y no tengo mucho tiempo -Dejé de arrojarles fragmentos de pan a las hormigas y me dirigí a la cocina, tomé el cuchillo tal y como me habían mostrado anteriormente, empecé con la lechuga y terminé con la cebolla, la peor parte ya qué mis ojos ardían y las lágrimas rodaban por mis mejillas, Gareth me había dicho que era una reacción normal de el cuerpo y que algunas personas lo soportaban, él estaba al tanto de mi falta de conocimiento, pero se lo tomaba como pérdida de memoria cuando no era así.

Iba a esperar a que Gareth llegara, así estaríamos todos reunidos, quería ver su sorpresa al escucharme hablar, me gustaba estar junto a él como amigos, pero en el fondo sentía miedo, miedo de qué ese hombre venga a buscarme y Gareth también pagué las consecuencias, miedo a qué ellos me rechacen y me echen a la calle o tal vez no sean tan buenas personas como yo creía y me devuelvan a ese lugar, decidí sacar esos pensamientos brutos de mi cabeza y pensar en buenas reacciones de su parte. Leyla estaba sazonando el pollo, era una buena persona aunque solía hacer berrinches frecuentemente, pero no era algo intolerable por mi parte.

Terminé con los vegetales y luego procedí a poner la mesa, ya había permanecido una semana en este lugar y simplemente me esforzaba por no hacerlos enojar o estropear la situación, siempre me ofrecía para ayudar, había un jardín delantero y un patio trasero, la casa era grande y cómoda, todo era diferente, mi condición cambió al igual que yo.

Más tarde Leyla se encontraba sirviendo la comida, Gareth había llegado de trabajar, decidió tomar una ducha y luego comer no sin antes besar de una manera muy pasional a Leyla, se amaban mucho, me preguntaba si lograría encontrar a alguien que me ame algún día. Después de que Gareth llegó a la mesa y terminamos de comer decidí prepararme para hablar y explicarles todo mi pasado.

-Yo... Tengo que explicarles mi s-situación - Procedí a hablar rápidamente. Ellos me miraron sorprendidos -Se que es extraño pero...

Leyla me interrumpió - ¡Puedes hablar Lily! ¡Ya no eres muda! -Gareth colocó una mano en su hombro indicándole que me permitiera hablar.

- Bueno, es difícil de explicar en realidad -Tomé una bocanada de aire para calmar mis nervios y procedí: - No tengo hogar, tampoco familiares y si los tengo, desconozco su paradero e identidades, desde que tengo memoria he vivido encerrada en un castillo antiguo que se encuentra abandonado en algún lugar del mar, no conocía nada más que las mazmorras y las habitaciones de tortura

Gareth me interrumpió - ¿Encierro? ¿Habitaciones de tortura?

» Las habitaciones de tortura eran exactamente para eso, torturarnos, ahí hay más personas, pero yo logré escapar. No sometían a cualquier tipo de dolor, desde colocarnos inyecciones con sustancias extrañas provocando que nos arda la sangre hasta meter nuestras manos en aceite caliente para verificar cuanto tiempo durábamos en sanar sin ninguna clase de medicamentos. Yo puedo hacer cosas que nadie más puede y en cerio estoy muy agradecida con ustedes por ayudarme, no sé qué hacer para pagarles el favor -Las lágrimas no tardaron en deslizarse por mis mejillas, las retire rápidamente.

-Lily, nosotros estamos y estaremos contigo, no temas, no me esperaba una historia así -Gareth me abrazó y acarició mi cabello, le estaba mojando la camiseta con mis lágrimas, pero a él parecía no importarle.