—¿cuidado? Él solo estaba caminando tranquilamente, hasta notó el desprecio en los ojos de la más baja. Tosió de forma incómoda, y con una voz baja llegó a susurrar unas palabras que, según él, la joven iba a poder escuchar.— Habla por ti.— suspiró cansado, ¿qué tenía la gente para poder encontrarlo y dedicarle unas cuantas miradas... No tan agradables? Simplemente podían evitarlo como el bichejo que era, porque ya no podía ser llamado humano, después de las atrocidades que ha cometido durante todo este tiempo.—