raél, raél, hacía cierto tiempo que no escuchaba tu dulce nombre, ¿cómo estas? nuestras conversaciones han podido ser cortas pero la gran alegría persiste cada que contesto uno de tus mensajes.
me alegro por ti. yo estoy maso, estoy cagada de miedo, es la segunda vez que suena el teléfono pero según debe de estar apagado............................