Aterrado, me acerco como puedo hacia algun ser viviente que tengo en frente. Rezando para mis adentros, espero que con suerte sea mi enfermero. No sé su nombre, oh, tan solo sé que es un niño pequeño que apunta muy alto, ¡y vaya personalidad que posee! Huh. Mis dedos tantean las paredes desesperadamente, buscando no chocar contra un objeto o persona indeseado. Finalmente doy con un aparente infante, cuyo hombro tomo con cierta fuerza digna de una desesperación violenta que poseo. ¡¿Qué más esperar, si he perdido la puta visión?!
━━━Necesito que me ayudes ━━━le ruego, esperando oír la voz del jovencito que me tiene a cargo.