Las palabras se atascan en el centro de mi pecho, me impiden vivir, me impiden respirar.
Las necesito decir, las necesito soltar.
Porque puede que si no lo hago ya, van a brotar, brotar como la sangre de mis venas, como las mariposas de mi boca y temo que no lo podré parar
(...)
Já, déjame reír que quiero llorar. Déjame sufrir, que para eso estoy aquí.