Escribo desde que a los doce años, cuando terminé de leer mi primer saga literaria, conocí ese vacío que te dejan los libros cuando te ves obligado a dejar atrás a los personajes, porque no hay más, porque la historia terminó y el libro se cerró.
Desde ese momento, mi cabeza se llenó de ideas  y seres diferentes, que viven en mi mente y claman fervientemente que cuente su historia al mundo, que los saque de mi cabeza y los haga reales a través de las páginas. 
Mi misión es darles voz a mis personajes, exponer sus corazones y sus secretos más oscuros, que sus aventuras tomen vuelo, y que cada vez que relea mis propias páginas, vuelvan a llenar mi corazón como lo vienen haciendo durante todos estos años. 
Escribo por y para mis personajes; y para mí, para esa niña que una vez soñó con ser escritora y jamás abandonó la ilusión.