La Luna en gibada y menguante , pienso que tal vez se deba a mi falta de amor propio o simplemente mi forma de ver las cosas, es fácil no tengo mucho a mi favor, sin embargo creía en él y una ligera parte de mí pensó en que tal vez él pensaba en mí, tal vez. 
Y No , no me pensaba como yo lo hacía ,caí en cuenta que no siempre tuve mucho que brindar y tal vez esa era una de las razones por las que para él no tenía mi presencia alguna relevancia.

Nunca me sentí de esa forma pero el rechazo era simplemente notable sabía que se disculparía por dejarme y yo lo entendería como siempre, y también sabía que con una palabra me tendría nuevamente entre sus dedos, como aquella masa a la que se puede moldear, usar y jugar con ella.
Tan sólo una palabra para sacarme de órbita.
Sabía que era irrelevante , sabía que no importará si yo lo esperaba todas las noches con una taza de café mientras que la Luna cambiaba de creciente a menguante mientras que los días pasaban...me fui dando cuenta que a lo mejor no era culpa suya. Si no, culpa mía. 
La noche número 19 entendí que no existiría ninguna luna menguante que hiciera que nos juntemos, la noche me mantenía cautivo. Siempre al filo de la locura y al borde del abismo, sólo y sin ti.

A-