¡Hola! Bienvenido al Edén de la Locura. Ven, deja te guio. Tenemos lugar disponible ante a la fuente de sangre, otros frente a nuestra propia huerta de hongos alucinógenos, unos cuantos en primera fila para el show de gatos strippers. O simplemente en la barra.

¿Qué deseas tomar? La casa invita. Tenemos arsénico, cocteles con estricnina, café americano y unos cuantos vinos que Dionisio nos ha enviado hoy mismo.

¡Vaya, escucha ese estómago rugir! Permíteme recomendarte el especial del día "ancas de rana venenosa", y para postre te caería bien nuestro muffin de moras. ¿Te parece bien lo que acabo se ofrecerte? Perfecto, dejo a estas ninfas atendiéndote en lo que regreso.

Oh, ¿no sabes quién soy yo? Nadie especial, solo una chica de trece años que todavía trata de no pisar las rayas al caminar; puedes llamarme como te plazca, aunque preferiría Clytie, cual aquella ninfa enamorada del Sol, que se transformó en una flor capaz de seguirle durante el día.

Ten, este brebaje corre por mi cuenta. Te prometo que (probablemente) no es algo mortífero, es más, es delicioso.

Eso, tómalo. No, no te preocupes; es normal que veas borroso, después de todo te acabamos de envenenar.

Permite a mi personal el llevarte al seno del establecimiento: mi mente. Tranquilo, ellos son gentiles, te aseguro que no matarían a alguien -siempre y cuando no lo merezca-. Pero aún así te recomiendo el dar una última ojeada al mundo exterior: una vez que entras no sales.

Bueno, creo que ya es justo que me presente, pequeño sonámbulo: mi nombre es Karla, vivo en "la República del Taco" y actualmente me encuentro lidiando con las ganas de hacer nada.
Al morir deseo formar parte del séquito de Tonatiuh, aunque probablemente no moriré en batalla.

Si quieres que te tome aprecio, basta con amar a los gatos, el bl y no temer a la locura.

Te doy de nuevo la bienvenida,  y espero disfrutes tu estancia.