Hace solo unos días, de madrugada a la salida de un bar en España, mataron de una paliza a Samuel, un chico de 24 años. Lo hicieron porque era gay.
No he podido evitar pensar en las coincidencias con la muerte que relaté para Shino. En aquel momento también asocié su muerte al odio, pero a uno muy distinto.
Es en estos casos en los que soy más consciente de mi perspectiva sesgada como escritora heterosexual. Shino podría haber sido Samuel. Con muchísima más probabilidad que el motivo que yo escogí.
Siempre he intentado relatar en mis historias todos los cánceres de nuestra sociedad, sus rincones más oscuros. Ahora mismo siento que fallé en relatar la homofobia más brutal que aún habita en nuestras calles, escuelas, hogares...
Por esa misma razón no quiero desaprovechar también este espacio para pedir #JusticiaParaSamuel