No escribo para ganar dinero, no escribo para que me lean. Escribo porque me gusta la creación de la historia en sí misma. ¿Adónde llega? No lo sé. Con que solamente una persona la lea ya habrá cumplido su objetivo. 
Las historias viven por sí mismas. Las buenas historias incluso viven en la conciencia colectiva. Ya es un éxito poder escribirlas, y mucho más compartirlas.
Soy André, un estudiante de la vida, nómada,  con sed de conocimiento, con sed de libertad. Y como no, un Quijote moderno, en muchos aspectos, con pluma en ristre.
Vivo en la nebulosa esfera de la imaginación. Historia tras historia se materializan en mi vida. 
También me gusta plasmar en un lienzo ese mundo interior en ebullición. En acrílico, en acuarela o en óleo, esos bellos paisajes de mis historias que se plasman en mi mente. Pero solamente compartiré el producto de mi pluma. Los pinceles los reservo para el atardecer.
Un saludo a todos desde el diván de mi psicólogo.  Espero que estas historias delirantes os sean de agrado. Y si no, hay jóvenes escritores mucho mejores.