Te besaría levemente, apenas rozandoté mis labios, y te diría cualquier cosa en voz baja, y me quedaría dormido a tu lado... Pero no estás.
Jaime Sabines
Me perdí en tu mirada, y es que el color de tus ojos me encantaba; no eran azules, ni verdes, eran café, café que quita el sueño, café que produce desvelos.