Es difícil, es realmente difícil encontrar las palabras correctas para hacer que una historia cobre vida y transmita esa vitalidad a las personas. Y es aún más difícil hacerlo cuando el escritor está en la mierda.
Cuando le pasan tantas cosas que, el problema no es quedarse sin inspiración, el problema es que no se encuentran las palabras correctas.
Por que tu cabeza es una maldita tormenta, es un desastre tan perfectamente imperfecto..
Me levanto y aplaudo a aquellos escritores, reconocidos o no, que a pesar de los problemas han logrado ver la belleza de sus tormentas, y consiguen encontrar las palabras para seguir creando fantásticas historias.
Gracias.