La vida nos puede cambiar en un instante, no importa lo que hagamos o cuanto luchamos, si el destino no está a nuestro favor, no hay más nada que le podamos hacer.
Hace unos días, a solo siete meses de la muerte de mi mamá a consecuencia del cáncer, falleció mi papá, por causa de una neumonía.
Yo di lo mejor de mí, pero parece que no fue suficiente.
Ahora los dos ya están en el cielo.
Sólo les pido me iluminen y me ayuden a seguir adelante, con la misma fuerza y la misma pasión que me caracterizó siempre.
Yo intento seguir adelante, por ahora estoy volcada a mi trabajo y a escribir. Pero a veces cuesta mucho.
Espero me sepan comprender mis demoras, no son intencionales, pero ya estoy en proceso de actualización de mis historias.
Gracias a todos. Los quiero. Besos mil.