Creo que he querido aceptar la realidad en la cual vivo, quiero aceptar aquello que simplemente no puedo controlar.
Hoy el cielo era nublado, fúnebre y sin sentido, capaz de dolorme el corazón con solo recordar, dolor con solo poder ver más allá de aquello que nunca podré cuestionar ni tener.
He sentido a veces que envidio, que extraño, que me entrego, que odio, que maldigo, que perdono. Pero muchas veces nada es suficiente, y vuelve de nueva cuenta la realidad.
Una que no he querido trastocar y que pese a que no fui consciente, ha hecho más amarga el existir, disfrutar para presumir, hablar para conocer, conocer para destruir. Un ciclo sin fin.
…
Al cual, quiero ponerle fin, y ahora soy predominante en aceptar esta realidad. Porque no ganaría nada si solo maldigo, si te fastidio, si me odio por quien fui, y se me odio por lo que di.
El sol salió, mis padres despertaron, mi cama rendida, esforzándome por el box, soñando con lo que haré, amando este instante.
Te ame, y con muchas creces, te extrañe hasta el punto que me dolió el alma, y quería volver, como si todo eso tuviera sentido todavía.
Pero hoy ha llegado a su fin, porque quiero aceptar esta realidad, porque quiero que encuentres amor, porque quiero que encuentres bondad, porque quiero que disfrutes tu vida.
Porque quiero, que me recuerdes y no llores, solo agradezcas que en ese momento, existimos, que me veas y solo sonrías y sigas tu camino.
Que el corazón lata, pero ya no al mismo ritmo, solo reconocer que estoy feliz, de haber sido tu vida, y tu haber sido la mía, y que ahora con otro hombre sabre que estarás bien.
...
Y no solo es para ti Verónica, es igual para ti, mi yo de acá dentro, que aun la extrañas, que aun la amas, que aun la añoras.
Porque es el fin, porque sinceramente después de tanto desvelar, de tanto desear, de tanto odiar.
Quiero, aceptar esta hermosa realidad.