ArtCele

Parece que lloviera, no digo que llueva.
          	Sólo parece que las gotas de agua vienen desde el cielo y caen al cemento.
          	Que el mundo está hecho de acuarelas.
          	Parece que los charcos se forman en la pista.
          	El chocolate se enfría y las sábanas siguen húmedas.
          	El aire tiene un aroma diferente.
          	Parece que lloviera, no digo que llueva.
          	Parece que las luces bailan.

Electrahearth

Querida Carol:
          	  Recuerdo que hace algunos meses pensaba que si tuviera un deseo, no dudaría en volverme igual a los demás, para que mi mamá describiera mis logros y habilidades con tanta furia que estaría al nivel de todos esos primos de los que presumen hasta el cansancio, para que me incluyeran y fuera necesaria en las conversaciones y no sólo me sintiera incómoda todo el tiempo sin saber qué decir, equivocándome, decidiendo mejor no participar hasta que olviden que estaba presente. Los amargos recuerdos son un bucle que no puedo desmarañar...
          	  Pero sé que es imposible y estoy cansada de tratar con montañas y riscos, no quiero seguir arrastrando mis muertos y enterrando mis enanas blancas por lugares así. No me culpes por envidiarte ni por darme por vencida, no lo hagas, no tú.
          	  
          	  Olivia.
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Electrahearth

Me devoro, me como por partes, trocitos de mi carne que mastico mientras sangro. Dejo huellas horrorosas por el camino de tierra, mis pies se arrastran sin la gracia de la bailarina que debí ser.
          ¿Qué soy sino un pequeño y patético muñeco hecho de partes muertas? Carezco de la entrañable ternura del moderno Prometeo; mi reflejo, una vez copiado por el agua, mostró la morbosa figura de un monstruo y las ninfas del lago huyeron asustadas creando ondas que me desgarraron.
          Si pudiera, si realmente lo lograra... ¿Acaso no elegiría erigirme como una Venus o la madonna de un pincel celeste en lugar de mi patético ser?
          Escupo mis entrañas, lloro mientras mis rodillas caen y mis manos empujan otro trozo grotesco de mi propio ser. Es demasiado. Es suficiente.
          Quiero detenerme.

Electrahearth

Querida Carol:
          
          Me cuesta adaptarme, aunque lo intento, sabes que lo hago. Otra persona descontenta con la situación que me incomodaba se hubiera quedado, alzado la voz hasta ver algún cambio. Yo identifiqué lo malo, pero no pude ir más allá, no pude quedarme, no pude resignarme, no pude ser una fuerza que hiciera algo. Sólo me fui, como suelo hacer siempre.
          Temo que me cuesta cada vez más hacer cosas, mi cabeza es un desorden de tormentas y naufragios, las palabras se enredan, pierdo más de lo que gano y no me queda energía para luchar ni con los minutos.
          ¿Puedes notar lo nublada que tengo la cabeza?
          Dime si en alguna línea pudiste hallar mi lucidez, por favor.

Electrahearth

Querida Carol:
          
          Siempre termino escribiendo palabras que sólo tú leerás, aunque no las entiendas o no te importen, porque sólo te tengo a ti.
          Hoy, como suele suceder, estoy gris; siento que cargo el peso del mundo y, aunque alguien ya me dijo que es bueno que no seamos el centro del universo porque sería catastrófico, me duele respirar. Me ahogo. Soy un naufragio.
          El pensamiento aterrador y fugaz de no estar viviendo como debo vivir, sentir que estoy en un estado perpetuo de parálisis viendo cualquier meta o sueño lo suficientemente imposible para que en lugar de una motivación sea una herida, es demasiado doloroso. A veces, es como si estuviera cubierta de mi propia sangre, agonizante y me obligaran a bañarme en el mar para que la sal ingrese en mi carne viva.
          Puedes leer esto pensando que exagero, me gustaría dejar de 《exagerar》, mas, no es algo que controle, no me puedo decir que no sentiré desde una fecha establecida; si así fuera, viviría mejor que tú, tendría todas esas cosas que no alcanzo por mi pequeña estatura espiritual, sólo tendría que alzar un poco los brazos para atraerlas hacia mí y podría permitirme soñar sin límites.
          Es irónico, sin embargo, a veces hasta parezco estar maldita porque las cosas simples se complican de forma inesperada... sé que es descabellado, rechazo aceptar esta opción por ahora.
          Ni sé qué tanto escribí arriba, no sé si expresé lo que quería o hablé de más. Sabes que contigo no tengo la necesidad de esconderme y me dejo llevar.
          No es necesario reunirnos, usa el tiempo de sobra en alguien divertido y que sea lo suficientemente ocurrente para que nos haga reír, sé que ambas compartimos el mismo humor y que despreciamos fingir sonrisas. Sólo que tú encuentras círculos sociales donde encajas...
          Ya hablé de sobra, mejor me despido.
          Tuya,
          
          Olivia.

Electrahearth

Me siento sola, sobre todo por las tardes, siento que el peso del mundo cae sobre mi cabeza y me desespero. No sé cómo volví a quedar atrapada en el agua, intento llegar a la orilla antes de ser arrastrada al fondo del mar pero no sé si podré lograrlo.

Electrahearth

Querida Carol:
          
          Hoy, más que sola -como habitualmente sucede- me siento desolada y en mi egoísmo me pregunto si alguna vez tú te sientes igual, si a pesar de toda esa vida perfecta, probaste lo amarga que la tristeza puede ser; a veces, no importa si estoy rodeada de personas, simplemente este dolor no se va, es como si estuviera en un luto eterno -tal vez por mí misma- no lo sé, sólo duele demasiado y siento que me asfixio. Qué tonta soy por desearte este tipo de cosas. Olvídalo, es mejor si sonríes e ignoras esta carta.
          
          Pretendamos que estas palabras no existen, por favor.
          
          Olivia.

Electrahearth

Querida Carol,
          
          Me di cuenta que sufro por mi propia mente, tal vez sería más feliz siendo más boba, sabiendo menos, entendiendo menos. Pero también sería mucho más difícil racionalizar mis sufrimientos y esa es la única armadura que puede mantenerme a salvo de la locura. No sé por qué siempre termino contándote boberías en lugar de escribirte por asuntos importantes, supongo que no tengo con quién hablar y sentirme entendida salvo cuando te escribo.
          
          Espero que todos estén bien por allá, no encuentres tristes los ocasos sólo porque a mí no me gustan, esa tristeza mía está enraízada a mi alma, es más que aprendida, o quizás me equivoco, no lo sé. La próxima vez, usaré el teléfono también para tener una charla y no una queja unilateral como ésta.
          
          
          Olivia.

Electrahearth

Querida Carol:
          Estoy huyendo, lo sé, también sé que me odiarías si te contara lo que estuve haciendo estos días o lo que estuve evitando hacer; sabes que todo se resume a cosas que van a la par entre lo que hago y lo que ignoro hasta que deja de existir.
          Siempre hablo de mí, nunca te pregunto cómo estás o qué estuviste haciendo o ignorando hacer, soy así de terrible, soy así de tonta y vuelvo otroa vez a mí misma... es que es una prisión de la que no puedo salir ¡El carcelero viste con mi piel!
          Estoy aterrada. No se lo he dicho a nadie porque eso hará que me vean menos valiente, menos de lo que ya soy y mi sombra seguirá comiéndome.
          Mientras lucho una batalla tras otra en el mismo lugar, con la persona que conozco y me conoce bien, espero tus noticias, sean amargas o dulces.
          Adiós.
          Olivia.

Electrahearth

Sé, querida Carol, que nadie más que tú lee nuestra correspondencia que generalmente se resume a mis largas divagaciones sobre lo que hay detrás de la tristeza milenaria que se enraiza en mi alma, sé que el cartero no se atrevería a abrir los sobres azules porque o se infectaría de mi mal o no lo entendería y se reiría como si yo escribiera con alma de arlequín. Lo sé, pero a veces, me gustaría que todas las palabras aquí volaran como las golondrinas alrededor del río, como el polen, como las abejas, como las hojas pasajeras del viento a todos los rincones. Sentiría el grito que nunca puedo materializar en las pesadillas que me acompañan a dormir cada noche y podría ganar el peso que roba mi sombra.
          Otra vez me perdí divagando, espero que seas feliz, muy feliz, con esa felicidad que se desborda de las comisuras inconscientemente, no importa si dura sólo minutos, sólo te lo deseo porque sé que es algo que puedes sentir, que puedes aceptar y agradecer, que no temes su llegada ni su partida.
          
          Olivia.