¿no se trata de ninguna broma? créeme que incluso siendo un total imbécil no he dejado de mantener los ojos sobre ti, bee-boóh. tú, tú, únicamente tú has de merecer el omnímodo de la felicidad, después de todo eres el querube entre tanta penumbra. permíteme decirte que todavía ‘comiendo como cerdito’ eres el más precioso bebé ante mis ojos.