Baaleeildaar

No se que tan aburrido puedo estar como para quedarme a observar como una cucaracha da a luz :v 

Baaleeildaar

**Encuentro inicial**
          
          En una tarde de verano, donde el cielo susurraba en
          tonos de azul suave, dos almas, como hojas al viento,
          se encontraron en un cruce de destinos.
          La brisa, mensajera de secretos, acariciaba campos
          de lavanda, y el aroma embriagador tejía hilos
          invisibles entre ellos.
          
          Ella, con una sonrisa que reflejaba la luz del sol,
          recogía flores para adornar los rincones de su vida.
          Él, un joven de mirada profunda, capturaba el mundo
          en su cuaderno de dibujos, plasmando cada detalle
          con devoción.
          
          Sus miradas se encontraron, atrapadas en un instante
          eterno, y el tiempo, como una danza pausada, decidió detenerse. Ella habló primero, con voz suave como el
          murmullo de las hojas.
          
          **Diálogo inicial:**
          
          Ella: Qué hermosa tarde, ¿verdad? 
          Las flores parecen más vivas hoy.
          
          Él: Sí, parece que la naturaleza quiso
          regalarnos su mejor espectáculo. 
          ¿Te gusta la lavanda?
          
          Ella: Me encanta. Siempre me ha parecido 
          mágica, como si cada flor contuviera una
          historia esperando ser contada.
          
          **Poe:**
          
          _Eres como la lavanda en el campo,
          un susurro de color en la brisa,
          un encanto que brota del suelo
          y se eleva al cielo con gracia infinita._
          
          **Desarrollo de la relación**
          
          Desde aquel día, sus caminos se entrelazaron 
          como raíces bajo la tierra. Paseos por parques
          secretos, tardes en cafeterías ocultas, noches
          estrelladas desde el lugar donde sus almas se
          unieron. Cada momento compartido era un verso
          en el poema de su amor.
          
          **Poe:**
          
          _Sus manos entrelazadas eran como raíces 
          buscándose bajo la tierra,
          susurros al oído como el viento
          acariciando las hojas,
          sus corazones latiendo al unísono como
          un coro de grillos en la noche._
          
          **Primera grieta**
          
          El tiempo, con su sutil pincel, empezó a dibujar
          sombras en su romance. Pequeñas discusiones,
          malentendidos, y una sombra de inseguridad
          creciendo en el corazón de quien no podía
          soportar la idea de perder al otro. 
          
          La obsesión, silenciosa y furtiva, 
          comenzó a echar raíces profundas.

Baaleeildaar

**La locura final**
            
            La realidad se desmoronó a su alrededor, y en su
            mente enferma, creía que la única manera de 
            mantener su amor era poseerlo por completo.
            La locura susurró dulces mentiras, y en un último
            acto de amor distorsionado, decidió que solo en
            la muerte podrían estar juntos para siempre.
            
            **Poe:**
            
            _La locura, un amante cruel,
            le susurró dulces mentiras al oído,
            y en la penumbra de su mente,
            creyó que solo la muerte los uniría._
            
            **El acto final**
            
            Una noche, la última noche, la liberó de sus
            cadenas físicas, solo para atarla con cadenas 
            eternas. En un acto de desesperación y amor
            mal entendido, le arrebató la vida, creyendo que 
            así, al fin, nunca más podrían separarse.
            
            **Poe:**
            
            _En un susurro final,
            la abrazó con lágrimas en los ojos,
            y con un último beso,
            su amor se convirtió en eterna oscuridad._
            
            **Epílogo**
            
            En la quietud de la mañana, la casa permaneció
            en silencio. El sol se levantó, ajeno al horror que
            había sucedido, iluminando la escena de un amor
            que había perdido su camino.
            
            Y allí, en aquel lugar de sombras y ecos, 
            sus almas quedaron atrapadas, unidas para 
            siempre, pero no en amor, sino en una eterna tristeza.
            
            **Poe:**
            
            _El amor, que una vez fue luz,
            se transformó en sombra y dolor,
            y en la eternidad, sus almas vagan,
            unidas, pero separadas por la oscuridad._
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Baaleeildaar

**Desintegración de la armonía**
            
            Las risas comenzaron a perder su eco,
            las miradas, antes llenas de promesas,
            se cargaban ahora de preguntas sin respuesta. 
            Él, atrapado en la maraña de sus propios miedos,
            sentía que la distancia crecía entre ellos como un abismo insalvable.
            
            Ella, confundida, intentaba comprender las
            sombras que invadían su paraíso.
            
            **Diálogo:**
            
            Ella: ¿Por qué sientes que todo se está desmoronando? ¿No ves que todavía estamos juntos?
            
            Él: No es eso... es el miedo. Miedo de perderte,
            miedo de que un día despiertes y te des cuenta
            de que ya no me amas.
            
            **Poe:**
            
            _El amor, como una flor, necesita sol y lluvia,
            pero el miedo, como una plaga,
            silenciosa y mortal,
            puede ahogar incluso el jardín más hermoso._
            
            **La obsesión florece**
            
            Con cada día que pasaba, la obsesión se
            enraizaba más profundamente en su alma.
            Comenzó a seguirla, a vigilar cada uno de sus pasos,
            confundiendo amor con posesión, protección con encierro.
            
            Su mente, una vez llena de sueños compartidos,
            ahora solo conocía un deseo: no perderla.
            
            **Poe:**
            
            _La veía desde las sombras, un guardián en la oscuridad, cada sonrisa suya un ancla, cada 
            mirada un abismo.
            Las noches se volvieron largas vigilias,
            el amor transformado en un vigía incansable._
            
            **El secuestro**
            
            Una noche, la más oscura de todas, decidió que
            no podía arriesgarse más.
            La llevó a su hogar, no como un amante, sino
            como un carcelero.
            Ella, atónita y asustada, vio cómo el rostro que
            amaba se transformaba en un extraño reflejo de
            su peor pesadilla.
            
            **Diálogo:**
            
            Ella: ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué me traes aquí?
            
            Él: Porque te amo. Porque no puedo dejarte ir.
            Aquí estarás a salvo. Aquí estarás conmigo,
            siempre.
            
            **Poe:**
            
            _Las cadenas del amor se volvieron de hierro,
            la casa un palacio de sombras y eco,
            sus gritos, silenciados por las paredes,
            sus lágrimas, perlas en la oscuridad._
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Baaleeildaar

Me quedé con las ganas de cocinarle a alguien
          y llevarle el desayuno todos los días. A veces,
          me pregunto si eso me convierte en alguien raro
          o si estaré loco por anhelar algo tan aparentemente
          simple. Sin embargo, es una fantasía que me llena
          de una extraña mezcla de nostalgia y anhelo.
          
          Imagínate esos desayunos que se sirven en una 
          bandeja de madera, con todo el encanto de lo 
          tradicional. En cada esquina de la bandeja, habría 
          un vaso: uno de leche cremosa y otro de jugo fresco,
          escogido especialmente para el gusto de esa persona especial.
          
          En el centro, un plato inmaculadamente blanco con
          una torre de cinco esponjosos hot cakes, adornados
          con fresas jugosas y trocitos de durazno dorado. A los
          costados del plato, dos pequeñas botellas, una con 
          chocolate derretido y la otra con miel ámbar, para que
          se sirva lo que más le apetezca. Frente a todo esto,
          una rosa o un girasol, añadiendo un toque de belleza 
          y frescura al conjunto.
          
          Me imagino abriendo las cortinas de par en par,
          permitiendo que la cálida luz del sol inunde la
          habitación con su resplandor dorado. Un suave
          jazz relajante suena de fondo, creando una
          atmósfera de calma y serenidad. 
          
          Luego, me sentaría a su lado, observándolo con
          una sonrisa en el rostro, como un tonto enamorado,
          completamente embelesado. En esos momentos,
          no habría dudas ni miedos, solo la pura alegría de
          compartir un pequeño pero significativo gesto de amor.
          
          Quiero que mis mañanas sean así, llenas de pequeños
          rituales que transformen lo cotidiano en algo especial.
          Imagino sus ojos despertando lentamente, encontrando
          primero la luz del día y luego, al girar la cabeza,
          encontrándome a mí con ese desayuno preparado con
          tanto esmero y cariño. Me pregunto si algún día podré
          compartir esos momentos, si podré ser parte de ese 
          despertar lleno de paz y ternura.

Baaleeildaar

@ uNem0maS  
            
            no puede ser, muy bonito y todo, 
            pero me faltaron los cubiertos
            
            Mira que por detalles así me terminan 
            pidiendo el divorcio más rápido
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Baaleeildaar

Quizás soy un soñador, alguien que encuentra la 
            mayor alegría en los detalles más simples y en los
            gestos que parecen insignificantes pero que están
            cargados de amor. Tal vez no sea raro desear algo
            así, tal vez solo sea alguien que busca una conexión 
            profunda, una manera de expresar lo que siento a
            través de acciones, de cuidados, de esos desayunos
            perfectos que hablan sin palabras.
            
            Y aunque ahora esos deseos solo vivan en mi
            imaginación, no puedo evitar sonreír al pensar
            en ellos. Porque, al final, no hay nada más hermoso
            que querer compartir la felicidad en cada amanecer,
            en cada desayuno, en cada momento sencillo
            que se transforma en algo mágico por el simple
            hecho de ser compartido con alguien especial.
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