Supongo que si... mientras existan estrellas en el cielo, seguiré pidiendo deseos. Y mientras siga teniendo lápiz y un papel donde escribir, voy a seguir creyendo que si hay sentimientos puros, que se puede querer sin engaños, que la vida es más sobre sentir y menos sobre esa vaguedad que tienen muchos y no le permiten apreciar las verdaderas maravillas, las que se ubican en la profundidad de unos ojos o en en la hipnosis del movimiento de sus labios.