Un día desperté muy temprano, al rededor de las 3:00 am pensando en el sueño que había tenido. Creí que había sido un suceso real, sentí escalofríos y miedo, pero cuando finalmente desperté, me sentí muy feliz de saber que solo había sido un simple sueño.
En el transcurso del día, seguía pensando en ese sueño que no me dejaba tranquila. Cuando cayó la noche y se llegó la hora de dormir, pensaba en ese sueño. Aún así, me quedé dormida. Pocas horas pasaron, me desperté al rededor de las 3:00 am porque sentí que ese mismo sueño se repetía una vez más.
El sueño trata sobre un extraño ruido de llaves a lo lejos, que cada vez se acerca más y el sonido se vuelve más fuerte a medida que se acerca hacia mí. En el sueño busco y busco de dónde proviene, pero todo está oscuro y no logro ver nada, hasta que de repente ese sonido de llaves termina despertándome, como si alguien real estuviera colocándome las llaves en las orejas para despertarme. Lo cual, cumple su objetivo porque ya van 2 días seguidos que despierto por culpa de ese sonido.
Llegó el tercer día, pregunté a toda mi familia si alguien se despierta por la madrugada a guardar o jugar con las llaves pero nadie me dijo nada e insistieron que nadie hacía eso. Cayó la noche de nuevo, me preparé para dormir y esa vez, guardé mis llaves de la casa en mi bolso, por si acaso. Lamentablemente, no sirvió de mucho, porque volví a despertar a las 3:00 am con el mismo ruido de las llaves. No podía creer como tres veces seguidas, la pesadilla se repetía y me despertaba a la misma hora una y otra vez. Me puse a pensar que qué podía hacer para dormir en paz y en tranquilidad. Razone y llegué a una conclusión.
Al cuarto día, tomé mi biblia, la coloqué sobre mi mesa de noche y encima coloqué mis llaves y pedí por cualquier mal que anduviera rondando haciéndome bromas.
Ese fue el remedio perfecto. Desde ese día, no volví a escuchar ese ruidoso sonido de llaves.