Asha se fue al país de nunca jamás, donde el tiempo no pasa y nada cambia. Todo es perfecto y no existe el dolor ni la agonía, está con Peter Pan, esperando a que la alcance. Pero siempre vivirá entre las páginas de aeternum y en el corazón de todos los que pudieron conocerla a través de esas letras que con tanto amor escribí pensando en ella.