—Y por último, mi favorita: una rosa de cristal, sólo por ser tú, sólo por haberme enamorado, porque puede que todas las demás cifras cambien, pero mi amor por ti nunca lo hará. Sólo cuando todas esas rosas se marchiten, sabrás que nos hemos quedado sin tiempo; pero eso es imposible, ¿entiendes lo que quiero decir? Una rosa eterna, justo como lo que siento por ti.