—. La bestia sonrió sadicamente ante los intentos de la mujer de hierro por lastimar su anatomia. La sostuvo por el tronco, estrujando la estructura del traje mientras que con un puñetazo hacía volar el casco
—. AHORA Y SIEMPRE, PERRA —. Soltó antes de impactarla varias veces conta el piso, en direcciones contrarias, derecha, izquierda, derecha, izquierda, hasta tirarla al piso —.