¡Hola! Soy Cristina y soy una apasionada de la escritura. Mi objetivo siempre ha sido escribir con el alma, con los pies firmes sobre las calles que me han visto crecer y con el corazón abierto a los murmullos del viento que atraviesa las montañas, cocinas y plazas. Soy una aventurera que busca su inspiración en todo el mundo, sin embargo, me basta mirar por la ventana o cerrar los ojos para imaginar escenarios espléndidos, mágicos y emocionantes. Cada imaginación que tengo es un mundo, y cada palabra es el puente entre lo cotidiano y lo mágico, entre lo real y lo soñado.

Me gusta encontrar significados preciosos en los detalles, ya que es en lo más pequeño que se encuentra el mayor poder. Me gusta observar, sentir y transformar, para que mis relatos sean faroles encendidos en la noche, iluminando lo invisible para quien se atreve a mirar con atención. Admiro a las personas y las detallo, para que, desde esa comprensión nazcan personajes que enfrentan la vida con dignidad, mujeres y hombres que resisten con berraquera todos los días por sus familias; niños que sueñan con ojos muy abiertos y ancianos que guardan memorias como tesoros. La geografía, la cultura, las tradiciones y los afectos de mi tierra son sagrados y quiero que se filtren por cada una de mis líneas, para que llegue el día en el que nuestro lenguaje inspire el aire de nuestras montañas y ríos.

Escribo para recordar, para agradecer y para sanar. Pero sobre todo, escribo para sembrar esperanza en el mundo; no importa cuán oscura parezca la vida, siempre quiero mostrar una rendija por donde se filtré esa luz que tanto buscamos. Porque creo que incluso en los días más nublados, siempre hay algo que merece ser contado, algo que nos invita a seguir adelante y eso hace a este arte, ser maravilloso.