Mamadores con Pluma: El Ego en Blanco y Negro de los Escritores de Hoy
Por Victor D Manzo Ozeda.
¡Ahí les va la neta! Los escritores de hoy, en lugar de estar sudando tinta sobre la hoja, están más preocupados por tomarse fotos como si fueran unos iluminados, cuando la única luz que tienen es la del pinche aro de LED que compraron en Amazon. Se ponen su trajecito bien planchado o esa maldita boina que parece que la compraron en una tienda de disfraces de intelectual barato, y ¡pum!, ya se creen Octavio Paz.
Pero a ver, compadre, ¿qué demonios tiene que ver tu foto mirando al infinito con la calidad de tu obra? ¡Nada! Es puro show, pura pose. El escritor verdadero no necesita andar de mamador en redes sociales. Pero no, estos "genios" creen que su cara de pensativos va a hacer que sus textos parezcan más profundos, ¡cuando la mayoría apenas pueden juntar dos párrafos sin que suenen a tarea de secundaria!
Lo peor es que lo hacen todos: el güey que apenas ha autopublicado su primer libro, el que escribe poemas que parecen letras de banda y hasta el que sólo redacta tuits mamones. Todos con la pose de “soy un genio incomprendido”, cuando lo único que están incomprendiendo es que escribir bien no se trata de posar como modelo de revista de hipsters. ¡Es más! A veces me da más pena ver sus fotos que sus textos, y eso ya es mucho decir.
Así que, si algún escritor lee esto: deja de posar como si estuvieras resolviendo los misterios del universo y mejor agarra tu compu, cabrón. Que en lugar de preocuparte por cuántos likes vas a juntar, deberías preocuparte por si alguien realmente va a leer esa chingadera que escribes. ¡Se acabó la palabrería, ponte a trabajar!