Imagínense lo siguiente.
12:00 PM, ciudad de Kuoh.
La ciudad de Kuoh, lugar en donde se establecen dos clanes que entran en la categoría de lo más grandes o poderosos clanes del inframundo; me refiero al clan Sitri y Gremory.
Las herederas ahora se encuentran en receso, es decir, se encuentran descansando luego de haber recibido cierta cantidad de clases. Sin embargo, cuyo descanso se vería interrumpido por cierta aura que las paralizo, que las hizo sentir algo que poca veces han sentido, eso es el sentimiento de que algo malo va a pasar.
—Esto es malo. No, no puedo estar segura todavía —menciona Rias mientras llama a su sequito.
—¿Qué es eso? ¿Qué es esa aura? No es tan poderosa como los Maou, pero siento que representa un peligro —Habló Sona—. Tsubaki, reúne al sequito ahora mismo. Tenemos que ir a donde se encuentra esa poder.
Irresponsables, precipitado, apresurado, imprudente, esa son palabras para definir lo que están haciendo. Sin embargo, es su ciudad la que esta en juego, y por tanto, como dueño o soberanas (a pesar de no tener el voto o el consentimiento de la población que vive ahí) que son, deben velar por este. Por eso, en esta ocasión, no importa tanto las características de sus acciones, sino que importa la intenciones que llevan a eso.
Ahora, enfocándonos en aquella aura, se encuentra en el bosque que rodea toda la ciudad de Kuoh. Ahora mismo sale de una especia de nave esférica. Su figura no es visible debido al humo que manifestó y al polvo que levantó cuando esa nave hizo impacto con la superficie.
—¿Planeta Veggeta? Aquí Bardock —Una voz sale del comunicador—. Díganle que ya aterrice en el planeta 10289, o mejor conocido como DxD. Cumpliré con mi misión lo más rápido posible.
Cortó la llamado con aquel sujeto con quien se comunicaba. A los segundos su artefacto que tiene puesto en el rostro empezó a decir algo.
—¿Con qué ya vienen? Dos ki de 2000. Nada mal —Una sonrisa se forma en él—. Pero eso no es suficiente.
¿Qué tal estuvo?