DianaCarranza27

 #Microcuentos
          	No actúes como si nada ha pasado entre nosotros. Déjame eso a mi. A mi 10% humano le atemoriza que lo desarmes... por eso necesito colocarme mi máscara sin emociones, para protegerme en lo que tranquilizo el desorden existente en mi cabeza. 
          	Es que  no quiero que nadie vea que extraño tus labios en los míos y que te observo a menudo. Que ningún mortal lea en mi rostro el recuerdo de tus manos acariciando mis hombros y espalda o tu respiración entrecortada al explorar mi cuello. Que quede entre nosotros la vez que tocamos la lava del infierno cuando conociste a besos mi clavícula. Guardaré solo para mi tu reacción lenta y adorable cuando, con mis dedos, exploré cada centímetro de tus labios. Tu cabeza estaba recostada en mis piernas. Cerraste los ojos, respiraste con dificultad... cediéndome el poder completamente.  
          	Abrazos, caricias, coqueteos, besos, futuro... Y, en ese momento, eras solo mío. 
          	¿Terminará acá? 
          	¿Terminaremos esto?
          	¿O será esto lo que terminará con nosotros? 
          	Acabó el discurso y mi mente se agitó el doble. 
          	No nos quitemos la máscara todavía.

jennygm10

Holaaa! 
          Me pasaba por aquí para informarte que estoy escribiendo una historia llamada ¿Amigos? y me encantaría que la leyeras y si te gusta pues que la sigas leyendo jajaja. Va ser como un diario apenas he empezado hoy, espero que no lo juzgues por eso y le des una oportunidad!! 

DianaCarranza27

 #Microcuentos
          No actúes como si nada ha pasado entre nosotros. Déjame eso a mi. A mi 10% humano le atemoriza que lo desarmes... por eso necesito colocarme mi máscara sin emociones, para protegerme en lo que tranquilizo el desorden existente en mi cabeza. 
          Es que  no quiero que nadie vea que extraño tus labios en los míos y que te observo a menudo. Que ningún mortal lea en mi rostro el recuerdo de tus manos acariciando mis hombros y espalda o tu respiración entrecortada al explorar mi cuello. Que quede entre nosotros la vez que tocamos la lava del infierno cuando conociste a besos mi clavícula. Guardaré solo para mi tu reacción lenta y adorable cuando, con mis dedos, exploré cada centímetro de tus labios. Tu cabeza estaba recostada en mis piernas. Cerraste los ojos, respiraste con dificultad... cediéndome el poder completamente.  
          Abrazos, caricias, coqueteos, besos, futuro... Y, en ese momento, eras solo mío. 
          ¿Terminará acá? 
          ¿Terminaremos esto?
          ¿O será esto lo que terminará con nosotros? 
          Acabó el discurso y mi mente se agitó el doble. 
          No nos quitemos la máscara todavía.

DianaCarranza27

 #Microcuentos
          Lo vi acercarse a mi. Sus coquetos ojos azules me miraban con picardía. Dejé de respirar por dos segundos. Amarré mi corazón para que no latiera tan rápido. Él siempre lograba ese efecto desestabilizador en mi. ¿Cómo se atrevía?
          Se inclinó para depositar un beso en la comisura de mi boca. Era su lugar favorito. Estaba tentándome, otra vez. Recordándome las veces donde un beso así terminaban en más besos y caricias. 
          Lo dejé abrazarme y me encontré feliz en sus brazos. Protegida y temerosa. ¿Es eso posible? Rodeé su cuello y él se detuvo en mi cintura. Que dupla la que hacemos... por lo menos en mi cabeza.
          -¿Cómo estás? -preguntó, mientras se alejaba solo un poco. No terminaba de soltarme y miraba directamente a mis labios. Como si no fuera difícil controlarnos... Puse mi mano derecha en su mejilla.
          -Ahora bien, amor -le dije.
          Me congelé. 
          No podía creer lo que le había dicho. 
          Era la primera vez que lo llamaba "amor". Nosotros éramos solo amigos. Amigos que se habían besado, pero amigos al final del día. Nuestra relación no era de lo más fácil. Y ahí estaba yo: complicando las cosas al decirle así.
          Me fue soltando poco a poco. Su rostro se puso pálido. 
          ¿Qué acababa de hacer, por todos los santos?
          -...que por "amor" al arte, es bueno verte y que estoy bien. Eso quise decir -mentí, mientras imprimía una sonrisa falsa y la pegaba en mi cara. Vi su ceño fruncirse. Di la vuelta y me alejé. 
          "¿Qué está pasándote?", le susurré a mi cerebro y mientras caminaba lejos de aquellos confundidos ojos azules, hablé con mi cerebro nuevamente: "pensé que mantenías esto en lo platónico. Nos desconectamos de los sentimientos hace mucho tiempo. Tú no me traiciones ahora o estaré perdida", sentencié a mi materia gris.
          Más que importarme lo que aquel hombre de ojos azules pensara, me preocupaba lo que había salido de mi boca. 
          "Amor", esa demoníaca palabra que hacía años no pronunciaba. Ese tonto sentimiento que había suprimido.
          ¿Había regresado? 
          ¿Cuánto duraría esta vez?

DianaCarranza27

 #Microcuentos
          ¿Cuál es el problema con personas como yo? Que somos ese tipo de humanos que bloquean rápidamente sentimientos. Con demasiada facilidad dejamos ir algo (o alguien). A las primeras de cambio vemos el paisaje cambiar de aquellos colores vivos y resplandecientes a unos duros blancos y negros. Matámos la alegría de las situaciones solo porque sí o porque no. 
          ¿Pero puedes decirme tú que eso no es normal, si ya antes conocimos las consecuencias de entregarnos completamente? ¿Realmente puedes decirme que no es una medida de autodefensa? Porque todos nuestros sentidos gritan que nos alejemos cada bendito segundo del día... 
          ¡Es tan difícil, pero realmente difícil y doloroso, aceptar una emoción positiva! Y ahí está. Te apuesto que esta no la veías venir. Le tenemos miedo a ser felices. ¡Y es que esa es una emoción tan pasajera! El tiempo que puedes disfrutar la felicidad no es nada en comparación a lo que enfrentarás cuando se vaya. Por eso es terrorífico ver y abrir esa puerta donde se esconden tus mayores miedos (como el miedo a ser feliz, a confiar, a entregarte). ¡Imagínate, ahora, cuando te toca enfrentar esos fantasmas grandes y burlones! Cada paso que te lleva más cerca de esa puerta es como si tuvieras un hierro ardiente  atravesando tu pecho. Y cuando ves cambios repentinos, ajenos a ti, los usas de pretexto para alejarte y dejar de sentir esa clase de miedo, ese tipo de dolor. 
          Porque no solo te preocupa lo que te juegas en el presente... es que también revives lo sufrido en el pasado y, por supuesto, temes y le huyes a lo que pueda suceder en el futuro. 
          Dios te libre de ser como yo... o, peor aún, de enamorarte de una persona como yo.

DianaCarranza27

 #microcuentos
          Te recuerdo, pero no te siento.
          Que sensación más extraña. 
          Me confundo a mi misma.
          ¿No funciona esto al revés? 
          ¿O no es que ambos vienen conectados?
          ¿No son los sentimientos los que evocan recuerdos?
          Recuerdo las caricias, sí. Aquellas pupilas dilatadas... Los besos lentos y los intensos. La sutileza y la rudeza.  Por alguna extraña razón esas imágenes siguen desfilando en mi cabeza. Antes de dormir y al despertarme. 
          Pero no te siento. Es como ver una película sin emociones. No siento lo que provocaron aquellas acciones. No siento los nervios, el hormigueo que dejabas en mi piel después de un beso. 
          Supongo que está bien. Que ahora caminamos por rumbos diferentes y que también está bien. Que no voy a seguirte y que tú no vas a esforzarte. Que es una guerra y que ambos perderemos, creyendo que ganamos.
          Entonces, sí. Está bien el no sentir nada. 
          Me he facilitado el trabajo.
          ¿Sabes por qué? Porque sin sentimientos de por medio... esta alma congelada eventualmente suprime recuerdos, olvida y sigue caminando.

DianaCarranza27

 #Microcuento
          A veces quieres guardar tu grande y poderoso "dark side". No por agradar. No por encajar. Por el simple hecho que ya es tiempo de mostrar una mejor versión de ti mismo... Esa que le ocultas al común de los mortales. Pero, es precisamente en esas ocasiones cuando aparece un área aún peor; y justamente es detonada gracias a las personas por las que querías hacer a un lado tu versión diabólica. Y ya no puedes ocultarlo. Vas y peleas. Demuestras de lo que estás hecho. Entras en un camino de furia, frialdad y, por qué no, venganza. 
          ¿A quién diablos le importa la sensibilidad? ¿Qué importa la bondad? ¿Por qué, en primer lugar, quisiste hacerlo? Nadie debe, siquiera, ver un trozo de fragilidad, una pizca de vulnerabilidad. 
          A las personas frías y calculadoras no las destruyen. Ya lo hicieron en el pasado, lo superaron y a nadie más le volvieron a dar  un poder así de grande, un poder que pudiera đestruirlos. Nunca más. 
          Por eso, ahora vuelven a tatuarse en el alma: bondad es sinónimo de debilidad.

DianaCarranza27

 #Microcuentos
          Mi querida Liis... déjame contarte algunas cosas que no estás viendo. Esa cabecita tuya ya tiene demasiados problemas. Pero es necesario que sepas esto, para que seas cuidadosa. 
          Lo lastimaste. Al hablarle de darte una oportunidad con alguien más desataste una furia y una impotencia en él que, por más que quiso, no supo controlar. ¿Sabes qué visualizó? Vio romperse la imagen que tenía... esa donde contemplaba que serías suya en algún momento de la vida. Se le hundió el puerto seguro al que siempre regresaba. 
          Pero, sobretodo, vio el panorama completo de lo que pasaba contigo y con ese "alguien más". Se percató de que, aquel sujeto del que le hablaste, tampoco es buen partido. Y él quiere lo mejor para ti, aunque eso implique que no sea él quien te rodee con sus brazos cada vez que pueda. Y si no es el mejor, entonces que no llegue nadie a tu vida. Así de simple es para él. 
          ¿Recuerdas que hace tiempo dio un paso fuera de tu camino? Bien... él escuchó que uno de los más grandes actos de amor, a veces, es no hacer nada para conseguir dicho amor... así que te dejó ir. Pero, si de por sí odiaría a cualquier hombre que se te acercara con intenciones románticas, odia más a este tipo porque, algo en su interior, le grita que no es el adecuado para ti.
          ¡Puede ver lo difícil que ha sido para ti dar el salto de fe en esa cosa rara llamada amor! Se imagina lo mucho que te ha de haber costado. Y le indigna que alguien más no pueda fijarse en eso, que no lo valore... si para él eres de las mejores personas de este mundo. Créeme cuando te digo que se imaginó 10 maneras diferentes de acabar con aquel tipo.
          Es que te quiere, Liiz. No querrá exponerte a que te roben el corazón solo para hacerlo más de piedra... Y, mi querida amiga, reconócelo: para ti él también es importante. 
          Pero sigan mintiéndose. Aseguren que entre los dos ya terminó todo. 
          Allá ustedes... 
          Si así lo desean, sigan diciéndose cosas con las miradas y confesándose secretos con las pupilas dilatadas.

DianaCarranza27

 #Microcuentos
          Molly manejaba por la carretera. Tenía demasiadas cosas en mente. En honor a la verdad, también quería escuchar el cómodo ronroneo del motor de su auto nuevo. El paisaje que tenía frente a sus ojos era tal cual el que había visualizado en su mente y que pensaba que le otorgaría un poco de paz: una carretera moderna, sin vehículos cerca, con montañas alrededor... le permitía correr y dejar de pensar.
          Pero, por más que quisiera, los pensamientos no la dejaban a ella. Pensaba en las cosas que le habían salido mal. En la presión del trabajo, en la tensión que había en su casa, en su desamor más reciente... Habían problemas realmente importantes, pero Molly estaba pensando mucho en eso último. Sonrió de medio lado y suspiró. Quedó destrozada de una antigua relación y no quiso ni que le mencionaran la palabra "amor".  Tardó cuatro años en volverlo a intentar con alguien. Pasó en las sombras por mucho tiempo. Y entonces se encontró con un solitario como ella. Alguien reservado y que mantenía sus problemas para sí mismo. ¡Justo como lo hacía ella! Le admiraba. Lo intentó. Lo dejó entrar. Pensó que compartirían soledades. Pero, en su soledad, él ya tenía compañía. Una extraña compañía... 
          Y, ahora, Molly otra vez se rendía. Sí, ya se había sentido demasiado sola... pero no podía seguir adelante. Era el sentimiento de vulnerabilidad e insuficiencia el que odiaba. El que no se decidieran por ella... ¿Parecía egoista? Sí.
          También reconocía tener un millón de emociones que no lograba controlar. No quería darle un poder tan grande, sobre ella, a otra persona. No concebía la idea. Además estaba segura de otras cosas: no iba a interponerse en ninguna relación. Aunque sus sentimientos hubiesen crecido por alguien... no significaba nada. Ella no iba a actuar. Había dejado de pelear por el amor y por intentar merecerlo hace varios años. Por eso no le costaba dar un paso atrás. ¿Dolía? Sí. Pero era lo que debía hacer.

DianaCarranza27

 #Microcuentos
          Sabes cuando alguien no quiere pelear por algo... por alguien. Lo sientes. Es fácilmente perceptible. No se ve el interés o las fuerzas. A veces las personas solo se cansan de perseguir. Dejan de correr detrás de... y marcan su propio camino. Eligen sus batallas. 
          Y tú lo ves. Identificas rápido a estos seres. Sobretodo cuando tú has sido una persona así... toda tu vida.

DianaCarranza27

 #microcuentos
           Puedo hacerte mucho daño. Puedo jugar con tu mente y destruirla. Soy mala. No tientes mi lado oscuro. Tengo hierro por corazón y un iceberg en la mente. Esas son malas combinaciones para ti. No creas que podes jugarme una mala pasada. Ni siquiera lo intentes. Me daré cuenta y te lo haré, realmente, difícil.
          Dime, ¿en algún punto entendiste que tus estrategias comunes para conquistar no van conmigo? Lamento decepcionarte: no soy una mujer de flores, chocolates y corazones. Tampoco doy mil oportunidades. Doy tres. ¿Te crees importante? Yo también lo soy. Y soy fuerte. Tengo muchas cicatrices de las que me enorgullezco. Ellas me enseñaron a protegerme, a lidiar con gente más complicada que tú.
          Quería que no lo arruinaras. Que no contagiaras la bonita relación que prometía ser. Pero veo que, más que conocerme, te estás esforzando por arruinarlo en los primeros rounds. 
          Te prometo que no la vas a reconocer. Si cambio, no creerás la mujer pésima y sin corazón que puedo llegar a ser. No vas a lograr traspasar ninguna de las barreras que levante. No querrás verme a los ojos. Porque la chica de la que te sentías atraído, no estará ahí. No habrá nada de ella ahí.
          Lástima, ¿no?. Tenías que ir, arruinarlo todo y sacar lo peor de mi...