Hoy es tu cumpleaños, y aunque no te lo diga, te pienso.
No puedo evitar recordar cada risa compartida, cada abrazo que me sostuvo más de lo que jamás confesé, cada conversación que parecía detener el tiempo. Éramos un "casi", un intento a medias que se sintió tan real como lo más completo.
Sigo recordando tu olor, ese que quedó impregnado en lugares donde ya no estás. Extraño tu voz, tu manera de ver el mundo, incluso cuando chocaba con la mía. Extraño todo de ti, incluso lo que me dolía, porque eras tú.
A veces me sorprendo imaginando las cosas que nunca hicimos, los planes que se quedaron flotando en el "tal vez". Y aunque ya no estemos ni siquiera cerca, aunque mi temor me haya hecho no volverte a buscar, te llevo conmigo. Siempre lo haré.
Ojalá la vida te dé todo lo que deseas. Ojalá estés rodeada de amor, de metas cumplidas, de paz. Ojalá estés feliz.
Perdón por no decir nada más. Por no escribir. Por dejar que el silencio se volviera definitivo.
Y feliz cumpleaños, aunque nunca lo leas.