Hola, solo vengo a avisarles que he quitado Doce citas de mi listado de publicaciones. La historia me tenía inconforme en muchos aspectos que debo darme a la tarea de mejorar.
Si hay alguien ahí que está todavía recordando la historia con afecto, le informo que Doce citas no ha muerto, solo ha ido de vacaciones para pulirse, pero sí advierto que es probable que si la vuelvo a publicar tendrá detalles nuevos y cosas, espero yo, mucho mejor contadas y con más sentido. Por lo pronto la dejaré guardada y en edición.
Agradezco mucho a las personas que me hicieron comentarios en los capítulos y que fueron una inspiración en su momento para seguir dándole vida a esos personajes.
A mí me alimenta un poco el amor y la ilusión. Las decepciones me apagan temporalmente y es así como me encuentro en este momento, triste y decepcionada, pero la vida sigue y debo reparar esta historia, debo darle nueva luz y nueva vida, una esperanza para que llegue a más personas.
Quiero reflejar un poquito de nuestro México, para que más gente se sienta cercana a nuestras costumbres e idiosincrasia, porque la vida del mexicano está aquí, en esta parte sencilla de nuestro día a día, en las cosas pequeñas, en nuestras comidas, en nuestras calles, en nuestros paisajes, en nuestra forma de sentir el mundo y sobre todo en nuestras costumbres.
Las historias que he leído siempre son muy pomposas y plasman los estilos de vida de las ciudades grandes y famosas a nivel mundial, cuando en latinoamérica hay un mundo hermoso en cada pueblo pequeño. La vida no solo está en esos lugares, existe en todos lados, en todas partes, en la vida de todas las personas.
Espero pronto traerles de vuelta Doce citas. Gracias de todo corazón a todas las personas que la leyeron pero sobre todo, agradezco a mi historia, personalmente, por haberme hecho coincidir con una persona preciosa que llevaré en mi memoria hasta el fin de mis tiempos.
Así como mis sentimientos, doce citas se renovará.
Hasta pronto.