Te quería tanto, tanto, tanto, tanto, pero como siempre pasa, me quedo la segunda y alguien me quita el puesto. El puesto por el que había trabajado tanto. Dos años de conversación, de lágrimas pero sobretodo de risas, dos años de amistad, y por algo que ni siquiera sé qué es, me han pegado la patada y todo se ha ido a la porra.
PD: te sigo queriendo.
PPD: sí, esto es para ti.