Todo surgió del desvarío constante de nuestras mentes, de un pensamiento compartido que fue tomando fuerza hasta escaparse de lo incorpóreo y reclamarle a nuestros dedos que plasmáramos su historia. Una historia que partió de la nada hasta convertirse en nuestro todo.  Con personajes que tomaron vida propia y nos enamoraron, sacando de nosotros múltiples personalidades y ocurrencias que nos inspiraban a seguir. Risa, delirio y charlas inmersas en café camuflaban la ardua labor que conllevaba dejar a un lado nuestras diferencias y escribir.

 
Crear algo nuevo no es fácil. Crear algo con tu otro yo es mucho más que difícil. Es el proceso de dejar que tus dedos cobren vida y den vida. Den vida a una nueva historia, a un nuevo mundo, personajes y personalidades que sólo están en tu cabeza. Darle color y forma a tus demonios, a tus prejuicios y valores para desnudar ante el lector tus pensamientos.

-L.L Chocala.