A veces me tardo una eternidad en actualizar Kòngzhì, lo sé. Pero es que cuando escribo hay un punto en el que estoy fuera de mi, a veces hasta siento que me estoy hundiendo en la silla de mi escritorio como si fuera líquida, todo a mi alrededor se transforma en lo que estoy escribiendo. Es como una especie de trance. Y no pasa todos los días, por eso trato de escribir todos los días un poco hasta que llegue ese día en el que me llegan todas las ideas. Porque me interesa entregar un capítulo extenso y de calidad, donde se disfrute cada una de las palabras que escribo y que al lector le llene de emoción cada escena planteada.
Así que tenganme paciencia, el próximo capítulo siempre va a estar, tarde o temprano