Hay personas fugaces que solo pasan por nuestras vidas para darnos un determinado periodo de felicidad. Son personas que por algún motivo son fáciles de olvidar, es muy fácil crear momentos en los que su recuerdo simplemente se evapora. Pero cuando te dicen que ha fallecido, no puedes evitar sentirte triste y desepcionado contigo mismo por no pensar mas en esa persona que alguna vez te hizo sonreir.
Ave atque vale. Por siempre y para siempre, mi hermana, hola y adiós.