Empecemos por el comienzo.
Mi mejor y dulce amiga, Nancy; la cual sólo se acercó a mí para lanzarse a por mi hermano. Que linda historia, ¿no?
Ganarte el corazón de un Rousseau no es fácil y tú conseguiste ganarte dos, el de Nathaniel y el de la ilusa Arianne. Ésta última te confió a su tesoro más preciado que era su hermano, te dijo: "cuidalo como si fuera tu vida propia". Tú prometiste hacerlo, lo prometiste con esa doble cara asquerosa que tienes; te atreviste a pararte ante mí y jurar con la mano en el pecho que no le harías nada a mi hermano y todo lo tiraste por la borda. Nos destruiste a ambos.
¿Recuerdas lo que le hiciste a Nathaniel? Lo insultabas día a día, sabiendo que él jamás te levantaría la voz o te protestaría, lo golpeabas y lo humillabas. Y el colmo fue, que con el novio que tenías, tuviste el descaro de ser infiel.
Luego, me acusas de traición a mí, por querer cuidar a mi hermano de tus asquerosas garras. Lo separé de ti porque no servías para nada, porque eres una mierda y mereces estar sola.
¿Ahora quieres recuperar lo perdido, muñeca? La vida no es así, todo pasa por una razón y tú jamás recuperarás todo lo que jodiste.
Encima, estúpida, creas una cuenta "hate" para hacer el intento de dañarnos, ¿quién coño te crees que eres? Sólo eres una estúpida zorra traicionera frustrada por perder lo único que valía la pena en su vida.
Yo también sé ser "hater".
Ya quité la máscara, bebé. No siempre se puede vivir en las sombras.