Gabriel Rodríguez-Páez es un escritor que pendula entre lo heroico y lo ridículo. Uno de esos talentos prematuramente envejecidos que se debate entre las palabras que desea escribir y las que debe desechar.  Su obsesión es la obra. En singular. Porque un escritor nace cuando su obra es leída, simplemente. Por muchos, pocos o uno. Porque es la obra la que, en definitiva, le confiere vida a su autor y no a la inversa. En lo tocante a él, por lo menos.

Su personaje es El Fantasma de la Ópera. Al igual que él, crea obras maestras desconocidas para un público ilusorio tejido de porvenir. Escribe -o se propone escribir- para la posteridad: su voluptuosidad de artista apócrifo le obliga a consolarse con ese pensamiento. A fuerza de componer personajes contrariados por su destino terminó por parecerse a ellos en su desventura: el fracaso de escribir para el silencio. Sin embargo, todavía le queda el aplomo suficiente para burlarse de su destino y del alumbramiento de la publicación en papel. Sabe que tarde o temprano llegará su hora. Irremisiblemente. Mientras tanto hay que escribir, siguiendo su itinerario artístico. Salpicado de atardeceres soleados, de horizontes grises, de abismos y desiertos. Contemplando su destino con ojos de águila, enfrentando los abismos de sus inseguridades y las soledades de su talento. La pluma: su destino. Siempre lo fue, sólo que ahora cree en lo que escribe.
  • BOGOTA, COLOMBIA
  • JoinedMay 24, 2020




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