Hoy por la tarde, y todo el día en general, me la pase divagando en un sin fin de pensamientos. En el pasillo llamaron mi nombre y lo escuché con claridad, pero no fui capaz de dar una respuesta sino que solo seguí caminando a no sé dónde. Pensaba en los pormenores de los próximos días, en qué haría si no podía terminarlo o si era tan malo para asimilar las noticias, incluso no puedo dormir.