Hannibal, eco de historias antiguas,
tu nombre, fortaleza en cada sílaba,
significa gracia de Baal, divino canto,
en tus hazañas, los siglos se han contado.

Desde las llanuras de Cartago marchaste,
cruzaste los Alpes, con valor renaciente,
en cada batalla, el destino enfrentaste,
dejando un legado, insigne, ardiente.

Con elefantes y soldados avanzaste,
tus sueños de grandeza, siempre presentes,
pero el fin se acerca, la sombra se extiende,
en el horizonte, la paz se presiente.

El sueño final, Hannibal, valiente,
no es derrota, sino descanso inminente,
en el manto eterno de la historia,
reposará tu espíritu, gloria perenne.

Tu nombre, Hannibal, resonará en la brisa,
como susurro de tiempos pasados,
gracia de Baal, en la noche que avisa,
que el guerrero, por fin, ha descansado.