Cuando eres adolescente, específicamente de secundaria, cuando añoras dejar de ser dependiente de tus padres, de mi mamá en mi caso, cuando quieres dejar de pedir permisos para salir y quieres vivir tu vida al máximo, enamorarte y disfrutar cada momento como si no fuera a haber más vida, definitivamente no somos conscientes de que llegará un momento como el que yo esto viviendo ahora, donde las responsabilidades me agobian, el amor es mucho más complicado de lo que parece, donde no todo se da de forma casi automática como en todos los libros que he leído y las películas que he visto. Que existe algo llamado estrés y ansiedad, que aunque trate de apartar, sigue constantemente al acecho. A veces desearía volver a la secundaria, donde te preocupa que el chico que te gusta note que te cortaste el cabello o que tus notas talvez son tu prioridad, donde sigues un poco apartado de lo que realmente es la vida.
Talvez no todas sus vidas van tan complicadas como la mía, talvez este mensaje es solo producto del cansancio y el agotamiento que me producen los deberes de la universidad y el inminente empujón que este me dará a ser realmente independiente, donde los sueños a veces son solo eso, sueños y donde cada día debes sonreír y avanzar porque nadie va a hacerlo por ti.
Y a pesar de todo eso, espero que estén en algún lugar siendo felices.
Sé que eso no tiene sentido, pero realmente espero que sí. Que si sigues siendo un adolescente, no te dejes llevar por lo que dicen de ti, que disfrutes de este periodo, porque en algún momento vas a extrañar lo simple que es la vida a veces y que si sientes dolor, ya pasará.
Si eres un adulto/a agobiado por los problemas que tienes o que talvez tú creaste en tu cabeza, respira y recuerda que siempre puedes darle la vuelta a un mal momento. Eres fuerte, eres inteligente y definitivamente capaz.
Ahora inhala profundo y luego deja ir. La vida sigue.
Descansen y gracias por leerme.