– ¿Quién es la víctima? Si se puede saber...– Preguntó el detective al de bigote, alcanzandolé el paso rápido. El de bigote y sombrero no respondió, solo dio una mirada penosa a los papeles, escondiendolos en su pecho.
– Ya lo verás, Vandal– Los dos dieron vuelta al pasillo que guiaba al patio de la mansión. Pasaron por debajo las cintas y se posicionaron al lado de un detective de piel rosada, que tapaba sus lágrimas con unos lentes de sol. Vandal dirigió su mirada curiosa al lugar dónde los forenses analizaban la escena del crimen.
Entre la niebla y personas el detective divisó una figura azabache, con las ropas empapadas de sangre. Se destacaba en el cuerpo la falta de ojos y un hueco en el pecho, los cuáles habían sido rellenados con flores; un hermoso y cruel detalle del asesino. Vandal no pudo reconocer que flores eran a primera vista, pero parecían rosas, rosas de un color vino grisaceo específicamente.
Vandal tragó saliva, la garganta le ardía, los ojos también. Quiso dar un paso delante, pero una mano lo tomó del cuello del traje, deteniendolo. Fue el detective de los lentes; posó su rosacea mano en el hombro de Vandal, antes de darle una palmada en el hombro y moverse lejos del cuerpo.
– Vamos Vandal, vayamos a interrogar a la viuda– Comentó fingiendo una sonrisa. Vandal suspiró y siguió a su compañero casi bajo. La esposa se encontraba en el comedor junto dos policías intentando calmarla, pero no funcionaba, el llanto de la viuda no paraba. La pareja de detectives sintió compasión. El detective rosa aclaró su voz y se acercó a la viuda, con su compañero siguiendolo al lado.
Idea de AU de hace tiempo B). Nunca me inspiré a escribirla, pero hoy os traigo un pedazo uwu.