Pucha, q ganas de llorar. Volví a ver a la G4, o al menos alguna pequeña parte, en una fakin repisa del Juguetón. Lamentablemente, mis padres dijeron que era muy grande para tener una, ni la de 5 dólares. So, aquí ando, con un gran vacío en el pecho, nostalgia incesable y unas ganas de llorar que por más que quiera, no se van.