Han sido semanas extrañas y difíciles en muchos sentidos.
Por una parte sentirme tremendamente abrumada frente al hecho de tener personas que en poco tiempo se han transformado en lo más maravilloso que me ha pasado en la vida en los último años.(desde el inicio de la pandemia) sentir cosas tan bonitas por personas que a penas conocí hace unos meses, a lo más un año, me hace sentir en una especie de ruleta rusa, dónde nosé si todo lo que siento está bien o está mal. Quizás es por la misma pandemia,o quizás sea que pasé tanto tiempo enfrascada en un mismo círculo de personas, que Bose cómo afrontar nuevas relaciones creadas a partir de mis propios intereses, y no por terceros.
Por otro lado, empezar a generar sentimientos que si bien siempre fue una interrogante, jamás se me había planteado la posibilidad de sentirme así frente a una persona, que no fuera el común de lo establecido. Lo cual sigo tratando de descifrar si son sentimientos reales o solo son confusiones mías, después de tanto tiempo.
Y por último y lo que me tiene mucho más complicada, el hecho de enfrentar la muerte repentina. Y si bien todos sabemos que ésta puede llegar sin previo aviso, jamás estaremos muy felices de recibirla más si se trata de alguien tan joven con una vida aún por delante. Siempre creí, y con varios momentos en la vida musical, que en algún momento me tocaría experimentar el fallecimiento de alguno de mis artistas favoritos, backstreet boys, pero jamás me.podria esperar que quien tuviera que partir mucho antes, fuese quien me había salvado la vida este último año. Y ESQUE ha pasado más de una semana, y sigo sin saber cómo enfrentarlo, como asumirlo, como expresar el dolor que siento con su ausencia. Es un dolor tan inmenso que veo como un agujero negro existe en mi pecho y duele hasta la última fibra de mi ser. Nosé si algún día podré aprender a vivir con ellos y hacer mi vida de la.manera mas normal. Siento como si me hubiesen arrancado parte de mi alma.