Dos años después, tras cambiarme el nombre, tras la marcha Frank y Ana y tu gran inactividad, me he releído (varias veces) tus historias y me gustan tanto o más que la primera ver que las leí. Sé que difícilmente vuelvas, pero yo a parte de esperar y releer, te doy fuerzas en donde quiera que te encuentres ahora. Sin duda me has alegrado semanas y días en el hospital a duras penas consiguiendo leer. Gracias por todo aunque puede que no contestes. Un abrazo, hasta pronto (o tarde le que quieras).