Si somos felices cuando elegimos hacer lo que nos gusta, entonces la felicidad no es algo arbitrario que deviene como un golpe de suerte que depende de algo externo.
Más bien la felicidad es la consecuencia de una elección que te hace perder la noción del tiempo y sentir que se paso volando por estar haciendo algo que naturalmente se disfruta.
Al final no niego que también tengo motivos que en algún sentido me hacen ser infeliz, hay una cantidad de cosas que me parten el alma y otras tantas de mi realidad que no me causan orgullo.
Pero así y todo me siento agradecido porque a pesar de todo no elijo más de lo que puedo y aprovecho al maximo lo que supera todos los precios.
Al final con mucho o con poco de fondo siempre se trata de lo mismo, de elegir lo que te hace sentir bien.