Hay algo que tengo que confesar.
Me encanta mi trabajo, aunque es de fábrica, me siento cómoda, gano dinero y sobre todo ayudo en lo que pueda, pero de verdad, aveces solo quiero dejar de trabajar por una persona en específico.
En el trabajo hay una señora que prácticamente desde que entré me ha tratado de tonta e inútil, me ha insultado y luego se defiende con la excusa de que ella va a trabajar, sin embargo me tiene harta. Afortunadamente ya no estamos en la misma línea, pero me la topo muy seguido en el área de lockers y me pone nerviosa ya que suele verme con una cara que me hace sentir indefensa, su expresión me hace sentir vulnerable y me hizo recordar a una época que pensé que había quedado atrás; el bullying que sufrí durante toda la primaria y parte de la secundaria.
No quería ir a la escuela porque siempre que iba mi lugar estaba sucio, me dejaban limpiando sola, de repente mis útiles ya no estaban o directamente escuchaba a mis compañeros hablar de mi cosas que me hacían sentir mal, como que era fastidiosa, que estaba muy gorda o que de plano solo sería bonita con cirugías. Llegó a un punto en el que comencé a autolesionarme rascando mis uñas que terminé sin una de ellas ya que me generé un hongo, y me dí cuenta que hace poco volví a hacerlo así que tuve que cortarlas porque sé que es la única forma en la que puedo proteger mis dedos. También he vuelto a rascar mi cuerpo y cuello que terminan rojos.
Tengo miedo de cometer errores en el trabajo, me da una inseguridad extrema hacer algo que no debía, los nervios me ganan y luego no puedo tranquilizarme, tampoco quiero que alguien me vea porque sé que terminaré llorando, para mi llorar es mi momento de debilidad más extremo.
Solo espero que pronto deje de pasar por esto tan seguido, extraño mi paz y apenas cumpliré 19 años.